Pues bien, hoy he querido compartir con ustedes una receta a base de chocolate, lo que sea me dije, pero debe ser chocolate. Ahhh el chocolate!!! me encanta!!, he leído por ahí que el chocolate estimula la producción de serotonina en el organismo, de modo que ayuda con la tranquilidad, sedación y felicidad. Todo esto a niveles no muy elevados, de lo contrario bastaría con comer un trozo de chocolate para ser felices como remedio para tanta tristeza que vemos hoy en día. Debo reconocer que cuando he estado con bajones de animo o melancólica, frente al televisor viendo Desayuno en Tiffany`s o maratones de películas que te hacen suspirar, siempre tengo al lado un trozo de chocolate. En todo caso al final de tanta maratón termino pensando ¿para qué veo tanto si son sólo películas? y termino comiendo más chocolate...jajaja.
El chocolate también tiene este "que se yo" , que se relaciona con los gestos de cariño, pero más para el lado romántico, es lindo cuando la persona que quieres o te gusta te regala chocolates ¿no?, al menos a mi me gusta. Hablando de este tema con mi amiga Sole, me dijo: En mi caso, los chocolates no llegan por esa vía y es que si los chocolates no sólo te los regalan a ti, ese "que se yo" romántico del chocolate..¡¡ caput!!. Pues, amiga Soledad ¿qué hacer? si te gustan tanto como a mi los chocolates... compralos tú, tal cual como muchos lo hemos hecho en algún momento de nuestras vidas. Hay una frase que leí y me gustó que dice así: "Cuando te quieren se nota y cuando no te quieren, se nota más" ¡vaya que es verdad! y en todo orden de cosas. Lo bueno es que por naturaleza los seres humanos vamos aprendiendo con cada cosa que nos pasa, a veces somos un poco duros para aprender y las cosas nos terminan pasando más de una vez, pero ¡¡tranquilos!! aprendemos igual y si te gustan los chocolates con "ese que se yo" romántico que los hace más ricos y suaves al comerlos, pero, no llegan con ese "que se yo", no importa, de algún modo u otro podremos ir a una tienda y comprarlos nosotros mismos. Serán ricos y suaves igual, porque al menos está la satisfacción de saber que tú también te quieres y te regalas chocolates, al final, el efecto de la serotonina funciona sean comprados por ti o que te los regale alguien más.
No se si logran entender lo que les quiero decir con esto del chocolate, me dí tanta vuelta, además quise hablar de una cosa y terminé con otra, me paso que cuando leí la frase que les comenté y después de hablar tanto con mi amiga Sole, me quedó dando vueltas en mi cabeza lo triste que debe ser que los chocolates ya no sean para ti, que las miradas de soslayo ya no sean para ti y es que es tan cierto que cuando no te quieren se nota más y en estos casos los detalles van haciendo la diferencia.
Lo que quiero decirles es que estoy convencida de que el propósito de la vida es ser felices, que sentido tiene estar acá puro sufriendo, depende de nosotros usar nuestras herramientas para lograrlo, aunque lo vean complejo a veces, siempre se puede. Animooo!!! No hay mal que dure cien años, ni tonto que lo aguante!!...
Poco a poco verán que cruzar la calle para comprar sus propios chocolates no es tan difícil como nos parecía. Empoderemonos y busquemos la felicidad, miren que el efecto de la serotonina del chocolate es momentáneo.
Por lo que veo la receta con chocolate quedará para después, pero va, si o si.
Cariños
Mane.
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